CORONA-TIME

 

 

Una de las cosas que más me llamaron la atención en los meses que hemos tenido que estar aislados, es la perseverancia asomandonos a la ventana o el balcón, y aplaudir como si no hubierra un mañana.

Y de repente, te contagiaba ver otros frente a ti, que aplaudian de forma más apasionada, y de alguna manera acababas aplaudiendo más fuerte.

 

Sería el efecto camaleón, por el que imitamos a los que nos rodean, principalmente si empatizamos con ellos. Y empatía era algo que no faltaba en este tiempo en el que nuestro mundo se redujo a nuestra propia casa.

Y ahí se junta la empatía con la imitación, y fomentamos la cohesión social. Por inercia o por convencimiento, será un hecho que recordemos en el futuro.

 

 

He querido reflejar este momento, que tímidamente fue alargándose con el paso de los días, y al que asistimos prácticamente todos de forma incondicional.

Y desde la ventana de casa se proyectaba el mundo de otra forma, y nos veíamos sin filtros. De ahí el gran banco de imágenes que nos ha dejado.

 

Sirva también para recordar que lo malo, no queda tan lejos. Lo vulnerables que somos y lo fundamental de ser responsables. Porque relamente no cuesta tanto.

 

Verás que hay muchos detalles, solo a vista de zoom. Y verás también como los identificas rápidamente con lo visto o lo vivido. Pincha la imagen y podrás verlos. Digamos que está personalizada para cualquiera, sea como sea su experiencia en este tiempo tan convulso.

 

Si te gusta, ponte en contacto conmigo aquí para poder hacertela llegar..

 

 

 

 

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